A raíz de las tensiones entre Canadá y Estados Unidos debido a las políticas comerciales y los dichos del Presidente Donald Trump, la identidad canadiense ha sido golpeada. En un país que se enorgullece de su diversidad y de un modelo de democracia social, esta crisis externa y la idea del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de que su país ha estado viviendo en un estado «posnacional», pone en evidencia ciertos elementos que definen la identidad de ese país. El domingo pasado, Trump volvió a proponer que Canadá se convierta en el «estado 51», justo después de que el nuevo líder de la Casa Blanca impusiera aranceles severos al país vecino. Estas declaraciones generaron un fuerte rechazo en la sociedad canadiense, que llegó a calificar lo ocurrido de «repugnante» e incluso tomó medidas simbólicas (pero patrióticas) como cancelar vacaciones a Estados Unidos y boicotear los productos provenientes de ese país.